La reciente recomendación de la Comisión Europea de prohibir fumar en terrazas de bares y restaurantes ha generado un intenso debate. Mientras que un sector de la sociedad lo ve como un paso necesario para proteger la salud, el sector de la hostelería advierte de las posibles consecuencias económicas. Emilio Gallego, secretario general de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, expone los desafíos y las posibles repercusiones de esta iniciativa en uno de los pilares de la economía del país.
¿Cuál es su postura ante la prohibición de fumar en las terrazas?
Nuestra opinión es que esta prohibición que se plantea es excesiva, es una aspiración que no está en consonancia con los objetivos que tiene esta norma. Consideramos que no es necesario incorporar la prohibición de fumar en terrazas ya que no es que se fume en España porque se fuma en las terrazas. Así, en estos momentos, me confirmo en que, sin duda, es excesiva.
Me gustaría destacar que el uso y la actividad que desarrollamos en bares y en restaurantes no es solamente una actividad de carácter económico. Es una actividad de carácter de convivencia ciudadana. Los núcleos de población, las comunidades locales tienen la posibilidad de comunicarse. Es una expresión de esparcimiento, de ejercicio también de las libertades individuales y colectivas. Y creemos que la hostelería en España es un bien a proteger y que cualquier cambio regulatorio debería priorizarse fomentar, proteger y ayudar a este tipo de usos y de actividad. Hay que mimarlo.
¿En qué momento se encuentra el sector y cuál cree que será el impacto directo en los ingresos y el empleo del sector hostelero?
Después de unos años de recuperación y de enganche a la actividad tras el parón que supuso el coronavirus, en estos momentos constatamos que el consumo nacional ha llegado a un punto de techo. No sigue evolucionando positivamente. Por lo tanto, en estos momentos, el sector de la hostelería se encuentra en una situación de cierta expectativa. Hay incertidumbre y preocupación por ver cómo continúa esta evolución en los próximos meses. Así, puedo confirmar que es un momento totalmente inadecuado para implementar cualquier medida que pueda suponer una restricción respecto del consumo de la población. El consumo está desplegando, en estos momentos, la mayor aportación al crecimiento económico de nuestro país y cualquier medida, sea esta de tipo fiscal o sea en un marco regulatorio como podría ser la modificación de la Ley del Tabaco, podría suponer un inconveniente y, desde luego, un inconveniente que sufriría muy directamente el sector hostelero. larazon